"Y si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño." (Monseñor Romero)
Hoy hace 31 años del magnicidio de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, un obispo defensor de la causa de los pobres y olvidados. La voz de los sin voz le decían, y aunque los ultraderechistas y militares que le asesinaron buscaron silenciarle, su palabra sigue vigente e ilumina el camino de los salvadoreños.
Desde aquí reconocemos su figura defensora de los derechos humanos y nos unimos al clamor latinoamericano que le proclama San Romero de América.
Gracias por siempre tomar en cuenta a nuestro bien querido y recordado santo y martir. San Romero del Mundo.
ResponderEliminarJosé Melénedez
Madrid